Cuando se trata de cargos penales – especialmente por delitos mayores (a veces llamados felonías) – lo que el acusado hace o dice en los primeros minutos y horas después de la interacción inicial con la policía puede hacer toda la diferencia en su defensa contra los cargos. Es importante saber qué hacer y no hacer, para evitar de destruir su oportunidad de defenderse antes de siquiera poner un pie en el tribunal.
No diga nada a la policía
En el momento del arresto, o durante una interrogación policial, es fácil incriminarse sin querer, diciendo algo que el fiscal podrá usar contra de usted en la corte. Es mejor no disculparse, no explicar la situación, y no tratar de justificarse a la policía u otro oficial del gobierno. No diga nada hasta que su abogado esté con usted para aconsejarle sobre qué decir.
Invoque sus derechos
Es verdad que usted tiene el derecho a un abogado durante una interrogación policial, pero lo que muchos no saben es que la policía no tiene la obligación de proveerle la oportunidad de tener un abogado hasta que usted invoque ese derecho explícitamente.
Esto significa que usted tiene que decir, en términos claros, que está invocando su derecho a un abogado. Si hace así, la policía tiene que parar la interrogación hasta que llegue su abogado.
Colabore con la policía
Es esencial colaborar con la policía y no resistir el arresto, para no arriesgar su vida o crear problemas legales adicionales. Aun si sus derechos son violados, su abogado puede ayudarle a vindicarlos más adelante en la corte. Acuérdese que colaborar con la policía no significa que tiene que contestar sus preguntas sin la presencia de su abogado.
Cualquier cargo penal es asunto serio, pero cargos federales llevan sanciones que son potencialmente mucho más devastadoras para el acusado. En estos casos, es especialmente importante acordarse de lo que tiene que decir – y no decir – desde el primer momento de su interacción con la policía.